Era mucho tiempo echando de menos la bendita presencia de la Virgen de la Soledad, en su histórico azulejo de la fachada del templo de la Victoria.
Una prolongada ausencia que culminó el domingo día 29 de octubre, jornada en la que la Hermandad de la Soledad llevó a cabo la bendición del nuevo azulejo de la dolorosa, que sustituye al que acaba de ser restaurado y que desde ahora podrá verse en el interior de la casa de hermandad, preservado de las inclemencias de la meteorología.
Este emotivo regreso contó con la presencia del obispo de Jerez, monseñor Rico Pavés, no faltando la presencia del presidente de la Unión de Hermandades de Jerez junto a varios consejeros.